Principios, de Ray Dalio: Un gran libro que cambiará tus perspectivas.

Hoy os traigo una suerte de reseña sobre unos de los libros de desarrollo personal y profesional más interesante de todos con los que me he topado hasta la fecha. Se trata de Principios, escrito por Ray Dalio y editado en España por Deusto.

Para aquellos de vosotros que no lo conozcáis, Ray Dalio es un inversor americano fundador del hegde fund más grande del mundo: Brigdewater Associates. Nacido en 1949 e interesado desde su adolescencia en los negocios, compró sus primeras acciones con el dinero que ganaba como caddie. Principios no es más que el resultado de todos sus años y experiencias en el mundo de la inversión. De sus aciertos, pero sobre todo de sus errores y de cómo concibe la acción como un proceso de aprendizaje donde cada error no es sino una oportunidad para seguir aprendiendo.

En esta obra, Dalio trata de dar la relevancia merecida a los principios. Para él, la vida, en todas sus áreas, lleva una y otra vez a la toma de decisiones, en el fondo, similares, de forma y manera que el establecimiento de estos principios ayuda a resolver la toma de decisiones rápida y acertadamente. Para él, la clave está en extraer de cada situación y correspondiente toma de decisiones los principios que hemos aplicado en su resolución, establecerlos por escrito y conocerlos para poder aplicarlos en las situaciones que vendrán. Para Dalio, los principios no son universales y válidos para todas las personas. Cada uno debemos establecer los nuestros propios y ver cómo conjugan con nuestras características propias.

El libro se divide en tres partes. En la primera de ellas, Dalio hace un resumen minucioso de su experiencia. Desde la compra de sus primeras acciones de una aerolínea y su primer fracaso, hasta la fundación de Bridgewater y la evolución de la empresa, parte esta última de vital importancia en su carrera, a medida que el fondo se movía desde una pequeña empresa hasta una de las primeras corporaciones de inversión del mundo. A lo largo del texto, el autor incluye experiencias personales y familiares que enriquecen y cierran el círculo de los principios, haciendo más comprensible la omnipresencia de estos en todos los aspectos de la vida de una persona. Dalio muestra interés por la historia de los mercados financieros, bajo la premisa de que todas las situaciones, de una forma u otra, ya se han dado en el pasado y que, conociéndolas y estableciendo algoritmos que sepan responder a las evidencias previas que ofrece cada tipo de situación, pudiera adelantarse al mercado y poner en marcha inversiones en consonancia. Y lo cierto es que no le ha ido nada mal. Desde Bridgewater, siempre han perseguido construir nuevas innovaciones en la toma de decisiones de inversión, con conceptos como los alfas puros y las carteras todoterreno, que les han valido la confianza de sus clientes. Tanto es así que Dalio es también un asesor de primer nivel en política económica mundial, habiendo asesorado tanto a secretarios del Tesoros, presidentes de la Reserva Federal, FMI, ministros de economía y finanzas de la zona euro, entre otros.

La segunda parte del libro, conocida como principios vitales, es para mi la principal de la obra. En ella, el autor enuncia y explica los principios que él aplica en su vida diaria, pasando por todos los aspectos de la misma, pero, desde mi perspectiva, bastante centrado en un ámbito profesional y de crecimiento personal. Desde “admite y afronta la realidad” (cuidado con los sesgos cognitivos), pasando por “un proceso eficaz en 5 pasos para la toma de decisiones”, hasta “entiende a las personas y sus diferencias”, para mi la centralidad del asunto se encuentra en el proceso de aprendizaje que expone Dalio. Para él, una vez tomado un curso de acción, no podemos saber a priori si este tendrá exito, y realmente, no importa. Incluso Dalio expone que en los primeros pasos es más importante el error que el éxito (el mismo se presenta en su cuenta de Twitter como professional mistake maker). Esto es así porque el error nos obliga a aprender, a conocer nuevas realidades y a volver a establecer el curso de acción con esas nuevas enseñanzas. La vida no es sino una espiral de error — aprendizaje. Tras cada error, debemos analizar las causas de este mismo y establecer los principios fundamentales que nos ayudarán a no volver a cometerlos. Pero igual de importante que aprender, es tener la voluntad y fuerza necesaria para hacerlo después de cada error y no hundirnos en el pesimismo, sino ver la oportunidad y seguir creciendo.

La tercera parte, “Principios laborales”, consiste en la aplicación de estos principios a la gestión del capital humano en las empresas. Resulta un compendio de gran interés para gestores y directores de empresa. La importancia de una cultura compartida, conocer las fortalezas y debilidades de cada miembro del equipo, establecer sistemas de asignación de proyectos y tareas adecuados, entre otros, ocupan la mayor parte del mismo. En mi caso, no he tenido la ocasión de liderar equipos a tal nivel que me haya resultado posible aplicar estos conceptos, pero lo tendré de referencia en el futuro, cuando la ocasión se de.

Con todo, existe una cuarta parte, para mi de gran interés, denominada “Principios de inversión”. Dalio decidió separarla y dejarla para un segundo libro, el cual estoy ansioso porque salga. Hasta entonces, solo nos queda estar al tanto de sus entrevistas ocasionales en diferentes medios de comunicación.

Por su supuesto, la densidad de contenidos del libro hace imposible hacerse una idea global del mismo con esta reseña. Cada principio viene seguido de subprincipios y pautas de acción que explican y complementan a los mismos. Es por ello que te animo a hacerte con él en la primera oportunidad que tengas y a enfrascarte en su lectura, de la cual, estoy seguro, sacarás aprendizajes y nuevas pautas que aplicar en tu búsqueda propia del crecimiento personal y profesional. Sin más, cualquier cosa que queráis debatir o comentar, estoy disponible en msantiagomatito@gmail.com o en mi cuenta de Twitter @msantiagomatito. Un saludo a todas y ¡hasta la próxima!